Las mascarillas capilares se utilizan como tratamientos intensivos de los cabellos dañados. Se aplican después del champú, distribuyendola uniformemente con un ligero masaje, se deja una media hora y se aclara con agua abundante. No se debe emplear agua a temperatura muy caliente durante el lavado.
Después de muchos procesos químicos, del sol, la playa o el cloro, tu cabello ha perdido ese aspecto saludable, sano y brillante, para dar paso a un cabello dañado: frágil y quebradizo.
Soluciónalo aplicándote siempre que puedas una mascarilla de aceite de argán o aceite de coco. Muy rico en vitaminas, además de contener un alto contenido en minerales. Reestructura e hidratan el pelo seco y castigado, y es muy propio también para cabellos que han perdido elasticidad y se vuelven frágiles y quebradizos.
En poco tiempo obtendrás resultados espectaculares.
MODO DE APLICACÍON:
Aplica generosamente el aceite de coco o de argán sobre tu cabello, envolviéndolo a continuación en una toalla caliente. Déjalo actuar durante unos veiticinco minutos y lava de nuevo tu pelo. Notarás una agradable diferencia.
MASCARILLA DE FRESAS
- 6 fresas bien maduras
- 5 Cdas de acondicionador
- 1 Cda de miel
- 1 Cucharadita de aceite de oliva
Preparación:
Tritura las fresas en una licuadora o procesador de alimentos sin agua, vierte el aceite, la miel y el acondicionador en la mezcla de fresas.
Aplicar la mascarilla por todo el cabello y dejar que actúe durante 30 minutos o 1 hora. Aclarar con abundante agua. Hacerlo 2 veces por semana.